La tradición presenta al evangelista San Lucas, como el primer retratista oficial de La Virgen, a pesar de que conociera a La Virgen a una edad avanzada.
El Icono de La Virgen " Odighitria", que en griego significa la que muestra el camino, llegó a Constantinopla desde Jerusalén, donde fue recuperado a principios del S.V por la cuñada del emperador Teodoro II.
Tapiado en el convento del Pantocrátor para salvarlo de la persecución iconoclasta, era expuesto durante los asedios, bajo la dinsatia de los "Palladium" para proteger la ciudad.
La influencia de este antiquísimo Icono fué enorme en todo el arte cristiano, conquistó el mundo medieval desde China hasta Etiopía y desde Grecia hasta Rusia.
En Roma, Oriente Próximo, Los Balcanes y Rusia se difundieron muchas copias.
En la imagen La Virgen lleva al Niño en un brazo y lo señala a los fieles con la otra mano.
El rostro de Maria, noble y sereno, refeleja el esplendor del clasicismo bizantino.
El Encarnado irradia la luz de la energia divina, según la doctrina hesicasta de Gregorio Palamós.
El borde del "maphorion" de Maria, ricamente trabajado, forma un motivo ornamental valioso, que enmarca un rostro de ojos grandes y asimétricos.
Maria lleva en el hombro y la cabeza la triple cruz en forma de estrella, antiguo símbolo sirio de la virginidad antes, durante y después del parto.
Cristo envuelto en un gran "himation real" y con el rollo de La Ley que en El se cumple, da su bendición ,bañado por la luz de su naturaleza divina y humana en rígida postura vertical.
Una fina telaraña de "assis" recorre sus regias vestiduras, como pinceladas de luz, estrías de oro que brillan en sus ropas, indicando santidad, iluminación y deificación de la carne.
Este Icono de Dionisy ( 1502-1503) se encuentra en el museo de arte antica de Leningrado, en Rusia.
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